Por Luis Martínez Alcántara
El vuelo 1382 de United Airlines, con destino a Nueva York, experimentó un incendio en el ala derecha durante el despegue en el Aeropuerto Intercontinental George Bush de Houston. El Airbus A319, que transportaba a 104 pasajeros y cinco tripulantes, abortó la maniobra tras detectar una falla en el motor. Los pasajeros fueron evacuados de inmediato mediante toboganes y escaleras de emergencia.
Videos capturados por los propios pasajeros muestran llamas y humo emanando del ala mientras la aeronave aceleraba por la pista. En las grabaciones, se escuchan gritos de pánico y súplicas para una evacuación rápida. Afortunadamente, no se reportaron heridos, y todos los ocupantes fueron trasladados en autobús de regreso a la terminal.
El Departamento de Bomberos de Houston respondió al incidente, pero al llegar, el fuego ya se había extinguido. La Administración Federal de Aviación (FAA) ha iniciado una investigación para determinar las causas exactas de la falla en el motor. United Airlines proporcionó otra aeronave para que los pasajeros continuaran su viaje hacia Nueva York ese mismo día.
Este incidente se suma a una serie de eventos preocupantes en la aviación estadounidense. Recientemente, se registraron dos accidentes mortales: uno en Washington D.C., donde un vuelo comercial colisionó con un helicóptero militar, causando 67 muertes; y otro en Filadelfia, donde una ambulancia aérea se estrelló, resultando en siete fallecidos y 22 heridos.
La FAA enfatizó la importancia de mantener y reforzar las medidas de seguridad en todas las aerolíneas para prevenir futuros incidentes. Se espera que la investigación en curso proporcione respuestas sobre las causas del incendio en el vuelo 1382 y ayude a implementar acciones correctivas para garantizar la seguridad de los pasajeros en el futuro.